Conocer la obra y el pensamiento del Dr. Bach, es una tarea que va más allá de obtener datos históricos, sobre un médico que sobresalió en su época; seguir sus pasos es un trabajo de vida, una incursión hacia un entendimiento diferente de la enfermedad y la salud.
Partimos de la idea de considerar el aporte del Dr. Bach como un sistema cuyo conocimiento no debe ser reducido a los remedios florales, si no hay que estudiarlos en el marco más incluyente de la doctrina, teoría y método que los sustentan, lugar donde las esencias revelan su verdadero sentido.
El dolor y el sufrimiento son dos experiencias que, uno tiene que tratar de comprender el significado que tiene en su vida; son también dos maneras de explorar la intimidad, que nos empujan hacia la madurez y la perfección. Aquí es donde las esencias florales van a ser grandes compañeras…compañeras en el camino de la conciencia.
Bach nos propuso mucho más que conocer una por una sus flores: el viaje hacia el autoconocimiento; la comprensión de las señales que nos envía el cuerpo físico a través de la enfermedad, para así sanar nuestro ser de foma holística; y con la ayuda de las flores conseguir la conexión con nuestro ser superior o alma. Las esencias florales cumplen, por tanto, con la tarea de poner en contacto a la persona con las emociones reprimidas que son causa de su padecimiento. Los objetivos principales del Dr. Bach respecto a la técnica floral eran:
1º Que el cliente descubriera el origen y las causas de su enfermedad.
2º La administración de los remedios adecuados para ayudarlo en esta empresa.
Las Flores de Bach debe ser una herramienta capaz de colocar a la persona en el camino de la búsqueda de su intimidad, y de su realización como individuo.